Suele confundirse, en ocasiones, entre los usuarios, que los servicios digitales en los que participamos e introducimos nuestros datos nos pertenecen y que, además de ello, podemos hacer lo que nos venga en gana en servicios tan populares como WhatsApp. Craso error y, por supuesto, nada más lejos de la realidad. La mayoría de estas plataformas, por no decir todas, cuentan con farragosos términos de uso y, en teoría, si los aceptas estás sometidos a ello.
Por esta razón, una aplicación tan exitosa como WhatsApp, que cuenta con 1.500 millones de usuarios en todo el mundo, se reserva el derecho a bloquear una determinada cuenta de usuario en caso de infringir gravemente algunas de las cláusulas que detallan entre sus políticas de uso. Si se produce esta situación, el infractor recibirá una alerta en la que le informa que su número de teléfono «no está autorizado para usar nuestro servicio» y le insta a «contatar con soporte para obtener ayuda» a través del envío de un mensaje a la direción support@whatsapp.com. En principio, en un plazo máximo de 72 horas se analizará la situación en aras de resolver el problema y, en caso contrario, la cuenta desaparecerá de manera definitiva. Las razones son varias.
Envío de contenido protegido y amenazante
WhatsApp informa a sus usuarios que pueden cometer una infracción grave, y por tanto ser suspendidos, si se emplea el servicio para compartir contenidos protegidos por derechos de autor o propiedad intelectual. La plataforma propiedad de Facebook puede penalizar a los usuarios en casos en los que actúen de manera ilegal, envíen escenas obscenas, ofensivas desde el punto de vista racial o étnico o que «promuevan o fomenten conductas que serían ilegales, o de otro modo inadecuadas, incluida la promoción de delitos violento».
Hacerse pasar por otra persona
En sus términos de uso, la compañía asegura que es posible suspender a cualquier usuario que se haga pasar por otra persona. En caso de ser sospechoso, WhatsApp iniciará una investigación interna para esclarecer esta situación. A lo que hay que sumar que es importante cumplir con los requerimientos, entre los qu se penaliza enviar todo tipo de textos engañosos.
Enviar mensajes automáticos y hacer «spam»
Si un usuario envía comunicaciones ilegales o inadmisibles como mensajería masiva, mensajes de manera automática con el empleo de diferntes programas informáticos para hacer, entre otras cosas, publicidad de productos o servicios, marcado automático y metodologías similares, WhatsApp puede bloquear la cuenta y, en algunos casos, eliminarla de manera definitiva. Tampoco debes, directamente o a través de medios automatizados, aplicar ingeniería inversa, alterar, modificar, crear obras derivadas, descompilar o extraer código de los servicios, así como enviar, almacenar o transmitir un virus u otro código informático dañino.
Crear demasiados grupos con desconocidos
Supondrá un perjuicio y, por tanto, levantar sospechas a WhatsApp en el supuesto caso de crear y activar demasiados grupos en los que se incluyen a muchos usuarios en los que no se tienen agregados en la lista de contactos.
Ser denunciado por varios usuarios
Aunque no especifica el número exacto, WhatsApp investigará los motivos en los que un usuario ha sido bloqueado por diferentes personas en varias ocasiones. Dado que se prohíbe textualmente el acoso, la plataforma pretende así evitar situaciones embarazosas.